miércoles, 23 de febrero de 2011

Diario I

Al parecer, es un desconocido sonámbulo del mundo. Vaga cada día por un lugar que no le asusta ni le da miedo, está pendiente de cualquier suceso.Quiere ser sorprendido.
Sus ansias de conocer, de reír... de soñar...
Es tan fácil y tan bonito... tan gratuíto...maravilloso.
-Camina,camina no te pares.
-Vale vale, ya voy.
Dios mío, como brillaba el sol. Era algo sorprendente.
Millones de pensamientos volaban cuan gaviotas en su mente, pero sin ese sonido tan peculiar y hermoso que emiten esos animales... era otra la melodía que entonaban.
-Si es verdad que todos al morir vamos a ese cielo azul que tenemos por encima... no me importa morir, quiero conocerlo. Aunque no hay prisa, ya llegará el momento y lo esperaré con ansias.
AAaargh! ¡Qué maravillosos los acordes que sonaban en aquella guitarra!
No hay palabras en serio...
Guitarra, cervezas, amigos... y quien sabe... ¿un rompeolas de Las Teresitas quizás?
Sí... creo que ese es mi cielo.

sábado, 19 de febrero de 2011

Y si ya no puede ir peor...

haz un último esfuerzo... espera a que sople el viento...




a favor...

viernes, 11 de febrero de 2011

He muerto y he resucitado

con mis cenizas un árbol he plantado...

Porque al fin y al cabo es lo que pasa demasiado a menudo verdad?



He roto todos mis poemas, los de tristezas y de penas.

He sido fuertemente influenciado a publicar los secretos, me ha gustado ver que no soy el único que los escucha.

jueves, 3 de febrero de 2011

Así que...

...¿éste es el lugar del que me habías hablado?
-Sí. Aquí es dónde vengo a encontrarme conmigo mismo.
-Vaya...
-¿Qué? Supongo que no es como te lo imaginabas...
-¡Para nada! Pero eso no quiere decir que no me sorprenda grátamente ¡Eh! - y golpeó burlona con su codo al chico.
-Me alegra oír eso de tu boca, al fin y al cabo... ya sabes que me cuesta y mucho abrirme y dejar que lean mis páginas...
-¡Pues eso se acabó! Quiero que confíes en mí, no quiero seguir sintiéndome una desconocida.
-No eres una desconocida... lo siento, no sé que me pasa en serio...
-A veces me haces sentir así...- dijo ella con tono triste.
-Por favor, no agaches la mirada... gracias a tus ojos, siento que...
-¿Sientes que... qué? - dijo la chica con una preciosa sonrisa en su rostro.
-Siento que te necesito a mi lado, tú mirada me llena. Desayuno, como y ceno con ella en mi mente, podría decirse que es mi própia mirada de tanto que la veo.

La chica no sabía qué decir y de sus labios no salía sonido alguno.

-Sin embargo, sigo siendo esa persona fría y cerrada que llevo siendo tanto tiempo... es un lastre que poco a poco he ido dejando atrás, pero contra el que aún sigo luchando... - dijo él.
-No digas eso... sé que no eres así, es normal que alguien a quien le llueve constantemente cuando más vulnerable es, acabe haciéndose una capa que evite el paso a todo. No quieres que vuelvan a caer sobre tí las lágrimas del pasado y te haces fuerte creándote un escudo de frialdad.
-Y tú lo estás derritiendo... tu mirada, tu sonrisa, tu mera presencia, arde en mi interior. Es una sensación increíble, pero a la vez... los restos de ese escudo pueden ser astillas que no quiero clavarte.
-Sé que no lo harás... sé que lo tirarás a un lado y dejarás que me acerque... Lo sé...

No sale centrada, una lástima porque es preciosa.