miércoles, 11 de enero de 2012

Otro Whisky con hielo por favor...

Una tras otra iban cayendo las copas, su boca cada vez más melosa y su personalidad cada vez más desnuda.
La música del bar comenzaba a susurrar en su oído y el ambiente y las conversaciones ajenas cada vez tenían menos sentido. Las luces atenuaban y el mundo comenzaba a desaparecer paso a paso tras el sonido de su andar.
Temblaba y no de frío, era ella... su presencia. Todo un arma de destrucción masiva, para él.
-Es preciosa. - murmuró.
-¡¡Mierda!! ¡Me ha oído! - pensó mientras esa ninfa seguía amaneciendo en su horizonte.

Sus pasos iban al son del chasquido de los vasos desquebrajándose en el suelo o simplemente golpeando sorbo a sorbo la barra del lúgubre bar.

El chico cada vez se hacía más pequeño frente a la preciosa chica. Apenas podía contener el sonido de los latidos de su corazón...
Entonces sucedió algo que congeló por un momento la situación... ella pasó de largo. Eso sí, no sin antes regalar una discreta sonrisa hacia donde él se encontraba.
Era imposible que fuese para otro. En aquel rincón sólo estaban él y su Jack Daniel's.
¡Oh Dios ,no! Comenzó a sonar esa canción que tanto le gustaba y para colmo pudo observar como sus labios entonaban la letra a la perfección... como si la hubiese escuchado mil veces.

Era ella, seguro que era ella la chica que había estado visitándole todas las noches en su cama... y... esta vez no estaba durmiendo...

2 comentarios:

  1. Magistral, como siempre. Textos como este me hacen añorar la epoca en la que nos exprimiamos en estos blogs con frecuencia.

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  2. La magia de encontrar a ese alguien ideal que de repente aparece. Magnífica tu recreación.

    Un saludote

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